viernes, 22 de octubre de 2010

La soja produce malformaciones fetales

Otro palo al lobby transgénico. La soja modificada genéticamente ademásde esterilidad, produce malformaciones fetales según un estudio científico internacional
Alfredo Embid.


Foto: Niño con hidrocefalia nacido cerca de los cultivos de soja Roundup Ready en la región de Caaguazu, Paraguay fotografiado por Jorge Galeano[1].

Un nuevo estudio científico ha confirmado la toxicidad de los alimentos transgénicos u organismos genéticamente modificados (OGM).
En este importante trabajo experimental se demuestra que el herbicida glifosato el ingrediente activo principal del Roundup de Monsanto no solo es tóxico como llevamos años advirtiendo, sino que además es teratogénico, es decir está ligado a defectos de nacimiento[2]. Y esto en concentraciones mucho menores que las usadas en la agricultura.
La investigación ha sido realizada por un equipo multinacional de científicos del Reino Unido, Brasil, EE.UU. y Argentina dirigido por el profesor Andrés Carrasco, jefe del Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires, Facultad de Medicina y miembro del Consejo de Investigación Científica y Técnica Nacional de Argentina.

Este equipo de científicos ha demostrado que el glifosato provoca malformaciones en los embriones de la rana y el pollo a dosis mucho más bajas que las utilizadas en la pulverización agrícola[3].
Encontraron malformaciones en los embriones inyectados con solo 2,03 mg / kg de glifosato mientras que la soja para uso alimenticio normalmente puede contener residuos de glifosato de hasta 17mg/kg[4]. La dosis para producir esta toxicidad es casi 10 veces menor[5].
El informe se publica con testimonios de pobladores argentinos cuyas vidas han sido radicalmente alteradas por el cultivo de la soja OGM [3].
Los resultados del estudio fueron presentados durante la 6 ª Conferencia Europea de Regiones libres de OGM en el Parlamento Europeo en Bruselas.

Recordemos que todos los cultivos OGM importantes en el mercado hoy en día son manipulados genéticamente para "tolerar" el herbicida Roundup que se utiliza ampliamente desde la década de 1970. Con la llegada de los OGM su uso ha ido inevitablemente ligado al de las semillas transgénicas manipuladas para tolerarlo. Así en 2005, el 87% de todos los campos de soja de EE.UU. eran generosamente rociados con Roundup[6].

El estudio de Carrasco y colaboradores fue emprendido porque en Argentina desde 2002 estaban creciendo los informes de altas tasas de defectos de nacimiento en las zonas rurales, donde se cultiva soja rociada con Roundup desde el 2000.


Foto: Bebé con llagas producidas por los agroquímicos pulverizados en una región productora de transgénicos de soja del Paraguay - Foto por Jorge Galeano. Comunidad de Mbokaya'i (Vaquería). Región: Caaguazú, Paraguay [7].

En Argentina y Paraguay, médicos y habitantes de las zonas de producción de soja GM han descrito efectos nefastos sobre la salud como resultado de la utilización del glifosato, además de los efectos inmediatos de intoxicación y de las malformaciones, el aumento de los casos de cáncer, abortos espontáneos, abortos involuntarios y muerte fetal [8].


Foto: Darío Gianfelici de 57 años de edad; médico rural de Cerrito, Argentina. Fue uno de los primeros doctores médicos en informar sobre los efectos de los agroquímicos sobre la salud [9].

Los autores del nuevo estudio concluyeron que "los hallazgos en el laboratorio son compatibles con malformaciones observadas en los seres humanos expuestos al glifosato durante el embarazo".

Estas conclusiones no han caído nada bien a Monsanto ni a los que viven de este agronegocio. Incapaces de rebatirlas utilizan otros métodos. Por ejemplo en agosto de 2010 durante una conferencia en La Leonesa, (provincia del Chaco, Argentina) el director del estudio Carrasco fue atacado violentamente por una turba organizada por figuras locales de la agroindustria según declaraciones de los testigos.

Además hay que tener en cuenta los graves problemas sociales causados por los monocultivos de soja transgénica. Los medios de subsistencia han disminuido porque la tierra que se utilizaba para cultivar alimentos para consumo humano se dedica a los monocultivos de soja transgénica. Así por ejemplo la proporción de hambrientos y pobres en la Argentina pasó del 15% en 1996 – cuando se introdujo la soja transgénica - al 47% en 2003 [10].


Foto: Una caja abierta de herbicida Roundup en un basurero al aire libre.[11]


A pesar de las crecientes pruebas de la toxicidad del glifosato la Agencia de Protección Mediambiental (EPA) del Gobierno de los EE.UU. sigue haciendo oídos sordos y recitando la cantinela de que el Roundup es "relativamente bajo en toxicidad, y sin efectos carcinogénicos o teratogénicos" [12].

Monsanto ha conseguido modificar la legislación sobre el nivel máximo de residuos (LMR) permitidos para el glifosato en la soja en varios países e incluso en la Unión Europea donde se elevó de 0,1 mg / kg a 20 mg / kg en 1997.
La toxicidad teratógénica demostrada en el estudio se produce a dosis muy inferiores de las legalmente admitidas como seguras.
Los niveles máximos de residuos de glifosato son dosis “seguras” para que Monsanto siga enriqueciéndose, pero son tóxicas para la gente que la consume en los productos actualmente autorizados.

La industria prepara el contraataque. Para 2011 se ha previsto la creación de la Mesa Redonda sobre Soja Responsable (RTRS), un foro de múltiples interesados en la producción de soja sustentable, que pretende poner en marcha una etiqueta voluntaria para la soja "responsable" que tranquilice a los comerciantes y los consumidores. Esta cínica etiqueta nos informará de que la soja “se produjo éticamente con la consideración de las personas y del medio ambiente”[13]. Es decir que se pretende etiquetar de soja transgénica rociada con glifosato como ética y responsable[14].

Los miembros de la RTRS incluyen empresas multinacionales, tales como ADM, Bunge, Cargill, Monsanto, Syngenta, Shell, y BP, y además organizaciones no gubernamentales como WWF y Solidaridad[15].
Es destacable que la WWF se presenta como una organización ecologista. Recordemos que fue fundada por el príncipe Felipe, no el nuestro, si no el de Inglaterra, consorte de la reina. Aunque la casa real española no anda lejos ya que su filial nacional ADENA esta presidida por su majestad el rey...

Más de 200 organizaciones de la sociedad civil han condenado los criterios RTRS calificándola de lavado verde corporativo[16].

Ciertamente las corporaciones de los transgénicos tienen motivos para defenderse, especialmente este año en el que además de éste se publicó un estudio científico todavía más inquietante donde se demostraba que la soja transgénica producía esterilidad. [17]

Este estudio es una prueba más de que Monsanto y las corporaciones transgénicas han mentido sistemáticamente sobre la seguridad del Roundup como es natural en la lógica capitalista. Pero también han mentido los organismos que supuestamente están encargados de proteger el medio ambiente y a la gente, ya que en realidad están protegiendo los beneficios de las corporaciones.
Ambos deben ser enjuiciados por su comportamiento criminal.

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